Turismo Local

 LAGO DE LOS REYES

El Lago de los Reyes Aztecas es el remanente de las antiguas aguas que cubrían todo el Valle de México.

En la delegación Tláhuac se encuentra el último vestigio de lo que fue el Valle de México en tiempos de los mexicas. En aquellas épocas, los sistemas lagunares cubrían cientos de kilómetros cuadrados; hoy, a la sombra de los volcanes Iztaccíhuatl y Popocatépetl, permanece el Lago de los Reyes Aztecas como recuerdo de cuando el valle era una de las maravillas naturales del mundo.

En tiempos prehispánicos servía para irrigar las riveras de todo el valle, sus canales  provenientes del volcán Popocatépetl, conectaban con el mercado de Jamaica y el Centro Histórico. El Lago de los Reyes Aztecas y su vecino Lago de Tláhuac recibieron el distintivo de Patrimonio Cultural y Natural por parte de la UNESCO en 2004, por su importancia ecológica e histórica.

Decenas de canales cercanos a los pueblos de Los Reyes y San Pedro Tláhuac te llevan hasta las lagunas, que han propiciado una rica fauna y flora silvestre a su alrededor. Puedes navegar por los canales y lagos en las trajineras del lugar, que te permiten disfrutar de las tranquilas aguas con paisajes de belleza idílica como fondo, y acercarte a las chinamperías que persisten como sistemas de cultivo desde tiempos ancestrales.

El Lago de los Reyes Aztecas  es el último eslabón natural de la mítica Tenochtitlán, es decir, un reducto que los aztecas disfrutaban en su cotidiano devenir, y conserva los horizontes que admiraron los conquistadores al momento de su llegada al Valle de México, cuya belleza comparaban sólo con Venecia en Italia.

PASEOS POR EL LAGO DE LOS REYES AZTECAS

Desde el embarcadero de San Pedro Tláhuac puedes pasearte en una bella trajinera para disfrutar de la silenciosa y armónica belleza de la zona lacustre. La Reserva Ecológica de los Humedales de Tláhuac es el mejor lugar para embelesarte con la hermosura de los paisajes; si no fuera por los volcanes al fondo, creerías que te encuentras en algún lugar apartado de toda civilización.

En el lago encontrarás garzas y patos, y podrás ir descubriendo a los colibríes y golondrinas entre los tules. Más adelante, gansos, chichicuilotes y pelícanos te saludarán a la entrada del río Amecameca. Durante el recorrido, procura cerrar un momento los ojos para disfrutar únicamente del sonido de las ranas, las aves trinando y las aguas moviéndose lentamente debajo de ti, con la imagen de los volcanes reflejándose en el lago con sus crestas nevadas.

Los fines de semana podrás  descender en un paraje, habilitado como un tianguis, en donde agricultores ofrecen legumbres recién cosechadas de chinampas, como lechuga, espinaca, perejil, cilantro, maíz, entre otras.

ZONAS DE CHINAMPERÍAS

Las chinampas se siguen utilizando como un eficaz sistema de cultivo en la región, tal como en épocas prehispánicas, y son de gran productividad. En las chinamperías de San Pedro Tláhuac, San Andrés Mixquic o en la de San Nicolás Tetelco, podrás conocer los métodos ancestrales de elaboración de las chinampas, y los vegetales que en ellas se cultivan.

Estas plataformas flotantes consisten en una enorme base de tule rellenada con lodo, que aporta los nutrientes y las propiedades necesarias para la siembra, en donde se colocan las semillas del vegetal deseado. Una vez terminadas las tarimas, se anclan en el agua con estacas de ahuejotes que se van enraizando con el tiempo en el fondo de las lagunas, garantizando así que no se muevan ni se hundan.

En las chinampas se cultivan lechugas, perejil, cilantro, coles, coliflores, betabeles, epazotes, brócolis, espinacas, y flores de colores vívidos. Alrededor de algunas chinamperías, la comunidad ofrece servicios tradicionales como revitalizantes baños de temazcal, talleres de métodos de cultivo, y talleres de cerámica y barro cocido. Al final de tu recorrido, no olvides llevarte semillas, flores y vegetales frescos para tu casa.

En los pueblos de la zona, como San Pedro Tláhuac, podrás disfrutar de una gastronomía deliciosa. La barbacoa, los mixiotes, las carnitas, los nopales rellenos y las quesadillas son únicos en todo el valle. Además en los mercados podrás encontrar fantásticos trabajos artesanales de madera y barro, así como todos los productos que se cultivan en las chinampas.

Este ecosistema es el último en su tipo que existe en la Ciudad de México, poder tenerlo todavía en estado salvaje, sin duda es un privilegio invaluable. Por eso es importante no sólo conocerlo, sino también ayudar a su preservación. Tan sólo pensar que en las inmediaciones de una de las ciudades con mayor población del mundo pueda existir este reducto natural, es una maravilla.

Si vives en la Ciudad de México o sólo vienes de visita, no pierdas oportunidad de visitar este paraíso natural.

CÓMO LLEGAR

Dirección: Av. Tláhuac-Tulyehualco esq. Juan Palomo.
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